El 24 de julio de 1783, en una casa colonial ubicada en Caracas, en el seno de una familia de la aristocracia criolla de origen vasco, nace Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, el “Libertador de América”.

    Simón con tan solo 9 años de edad queda huérfano, pasando al cuidado de su abuelo materno y posteriormente de su tío Carlos Palacios, quienes velaron por su educación, junto a la negra Hipólita, esclava que desde el nacimiento de Bolívar tuvo un rol fundamental en su crianza.

   Del maestro Simón Rodríguez, tutorías académicas y la enseñanza de valores liberales. Siendo en enero de 1797cuando ingresa en calidad de cadete en un batallón de milicias de Blancos de los Valles de Aragua, del cual había sido coronel años atrás su propio padre. En 1799 viaja a España, para continuar su proceso educativo. Allí contrae nupcias con María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza en 1802, pero un año después de volver a Venezuela la joven fallece de fiebre amarilla.

   Bolívar en medio de la tristeza decide regresar a Europa en 1804, específicamente a Madrid, París y Roma, en compañía de su tutor, Simón Rodríguez. En la capital francesa se dedicó a la lectura y a profundizar sus conocimientos e ideales políticos. Es un año más tarde, en Roma, cuando realiza su famoso juramento sobre el Monte Sacro, donde promete no dar descanso a su brazo ni reposo a su alma hasta que haya logrado libertar a América del yugo español.

   Es a mediados de 1807 cuando regresa a Venezuela, sosteniendo reuniones con sus amigos para establecer planes en pro de la Independencia de nuestro país. Siendo el 19 de abril de 1810, cuando se marca el inicio del proceso de emancipación en la nación suramericana, cuando el español Vicente Emparan fue destituido por el Cabildo de Caracas, dando paso a la formación de la Junta Suprema de Caracas, primera forma de gobierno autónomo en el país.

   Posteriormente, en compañía de Andrés Bello y Luis López Méndez, y con el título de coronel de infantería, Bolívar viajó a Londres en busca de apoyos para el nuevo gobierno, recibiendo una respuesta muy neutral. Esto no detiene a Bolívar quien aprovechó el viaje para entrevistarse con el Generalísimo Francisco de Miranda, quien ya había ideado un proyecto para la construcción de una gran nación llamada Colombia; de estas ideas se empapó y las reformuló a lo largo de una campaña que duraría veinte años.

   En 1813, a Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, tras la culminación de la Campaña Admirable y el inicio de la II República, le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela, distinción que le fue ratificada en Caracas ese mismo año.

     La Batalla de Carabobo, del 24 de junio de 1821; la Batalla de Boyacá, que dio la independencia a Colombia, el 7 de agosto de 1819; la Batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822, con la cual liberó Ecuador; la Batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824, donde hizo lo propio por Perú; y la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824 que permitió la creación de Bolivia, fueron parte de las importantes luchas militares protagonizadas por Bolívar que ayudaron a derrotar la dominación del imperio español en el continente.

    Sin duda Bolívar es una figura de la historia universal, con sus valientes acciones y pensamiento libertario dejó un legado invaluable en los países latinoamericanos. Siendo merecedor de diversas distinciones y honores en diversas naciones del mundo donde edificaron estatuas y monumentos a su figura y estampa, así como parques y plazas a los cuales les colocaron su nombre.