Un 28 de julio de 1954 en la población de Sabaneta, hoy Municipio Alberto Arvelo Torrealba, en una humilde familia de maestros de escuela, Doña Elena Frías de Chávez y el maestro Hugo de los Reyes Chávez nace a quien hoy conocemos como el Comandante Supremo y Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, el segundo de seis hermanos, Adán, Hugo, Narciso, Aníbal, Argenis y Adelis.

     Su educación primaria la estudió en la escuela Julián Pino de Sabaneta, donde se destacó por el amor a la lectura, la pintura, la poesía y la música, bajo el cuido y protección de la abuela mama Rosa. Más tarde llega a la ciudad de Barinas para proseguir sus estudios de bachillerato en el liceo O´Leary.

     Poco tiempo después de haber culminado el bachillerato ingresa a la Academia Militar de Venezuela donde obtiene el título de Subteniente en 1975 y luego de realizar diversos estudios en la escuela de las Fuerzas Armadas, decide junto a un grupo de militares conformar un movimiento nacionalista, bolivariano por el rescate de la república, incitado por el amor que albergaba hacia su pueblo.

     Fue ese amor lo que llevó al Comandante Chávez en 1992, a asumir la responsabilidad de una insurrección por el bien de la patria. Chávez amaba a su pueblo y sentía en sus entrañas el dolor y el sufrimiento de sus hermanos y hermanas, de su patria, de la patria de Bolívar y Zamora. De igual manera asumió el legado se su bisabuelo Pedro Pérez Delgado al que llamaban Maisanta.

     Esta asonada militar no logró las metas establecidas para ese entonces, por lo que el valiente Chávez ante la opinión pública nacional e internacional, se adjudica la responsabilidad de los sucesos ocurridos cuando pronuncia las palabras: "lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados…. Asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano… El país tiene que enrumbarse hacia un destino mejor"

     Es en ese momento cuando entiende que es necesario involucrar a todos los sectores de la sociedad, organizar un gran movimiento capaz de dar al traste con la opresión, la miseria, la desigualdad y enrumbar al país hacia un mejor destino y así lo hizo, poco a poco fue sumando fuerzas y conquistando victorias hasta que un 6 de diciembre de 1998 fue electo por mayoría abrumadora, presidente de Venezuela.

    Chávez fue pieza fundamental en el fortalecimiento de la patria, otorgándole a nuestro pueblo "la mayor suma de felicidad posible", activó el poder constituyente llamando a referendo luego de obtener el triunfo electoral, con el fin de modificar la constitución de 1961, donde el pueblo participó en la reconstrucción de la Carta Magna.

     A pesar de los intentos de la oligarquía venezolana por derrocar el gobierno de Chávez, el pueblo venezolano que había sido vejado, humillado y maltratado por los amos del valle, tenían plena confianza en las políticas sociales implementadas por el Comandante Chávez, por lo que esos intentos de derrocar al Comandante no tuvieron acogida en las grandes masas sociales, más tarde creó las misiones sociales, como una forma de reivindicar a su pueblo.

     Chávez fue una enseñanza para todas y todos, fue un maestro, un cultor, fue poeta, político, sencillo, humilde, hacía suyo el dolor ajeno, por lo que conquistó el amor de miles y millones de personas a lo largo y ancho de nuestro territorio y fuera de él, atacado por los grandes grupos de poder, pero amado por su pueblo.

    En algún momento de la historia tergiversando la frase de Carlos Marx: "La religión es el opio de los pueblos", entendiendo que el opio puede ser una droga que hace daño o una medicina que cura y a esto último se refería Marx, esa burguesía, ese imperialismo también calificó a Chávez de opio y lo señaló el gran escritor y revolucionario Freddy Yépez en su artículo Chávez es: el opio de la izquierda: "voy a aceptar que el camarada Chávez es un opio. Ahora: un opio medicinal que ha contribuido a la salud de la conciencia del pueblo; es decir, lo ha hecho pensar más mejor como diría un mexicano común y corriente. Es todo. Amén".

     En su discurso en el doctorado Honoris Causa entregado por la Unellez el 6 de junio de 2003 en Barinas ante una gran masa de trabajadoras y trabajadores y estudiantes de la universidad zamorana y la comunidad de Barinas expresó: “Ahora se trata muchachos, ahora se trata muchachas, de que a ustedes no les roben su futuro, que les pertenece, futuro grande de Patria, de dignidad y de libertad. Me llevo esta medalla y ese título de “Honoris Causa”, que espero merecerlo para siempre, pero sobre todo me lo llevo como un compromiso inmenso de seguir batallando por Venezuela, por su juventud, por su educación, por todos ustedes “.

     Un 5 de marzo de 2013 a las 4 y veinticinco minutos de la tarde, se nos fue nuestro Comandante, dejando un legado a las nuevas generaciones de hombres y mujeres, con herramientas para defenderse ante las injusticias, habiendo creado escuelas, liceos y universidades para que los hijos de nuestros obreros y campesinos pudieran formarse y poner sus conocimientos al servicio de la patria, tal como lo soñó nuestro Libertador Simón Bolívar; por ello el comandante Chávez permanecerá en la conciencia del pueblo venezolano, para quienes su pensamiento está hoy y por mucho tiempo estará más vigente que nunca, porque aunque físicamente ya no esté entre nosotros, llevaremos en nuestros corazones a Chávez para siempre.