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11 de abril del 2002: Golpe de estado contra el Presidente Chávez
Autor:
Fotógrafo: Dicap / Marisofy Izarra
      Este 11 de abril se cumplen diecinueve años del día en que Venezuela fue escenario de un golpe de Estado contra el legítimo presidente Hugo Chávez Frías. Políticos de la derecha venezolana en estrecha alianza con medios privados, apoyados por la injerencia del gobierno de los Estados Unidos, iniciaron un juego de poderes donde días después Chávez salió victorioso.
  Los acontecimientos se mostraron confusos, los canales de televisión dividieron sus pantallas en dos, mostrando de un lado imágenes que mostraban normalidad en las calles, y por otro, movilizaciones de oposición y violencia generalizada. Esto contribuyó a la incertidumbre.
  Entre el caos y confusión, en cadena nacional, el presidente Chávez llama a la calma pero los medios de comunicaciones privados decidieron dividir la pantalla en dos para insistir sobre una matriz de opinión que aseguraba que el Gobierno era el responsable de la violencia y los muertos.
   En medio de una incertidumbre mediática, el 11 de abril de 2002 el presidente Hugo Chávez fue secuestrado a través de una ola de violencia que se desató en el centro de Caracas, signada por informaciones poco claras con las que se intentó hacerle creer a la población que el gobierno había ordenado reprimir al pueblo y se incitaba a usurpar ilegalmente el poder.
   La tarde de aquel 11 de abril de 2002, se convirtió en una de las más horrendas matanzas ocurrida en la historia política del país, hecho que empañó la esperanza de un pueblo libre.
   A pesar de las pretensiones de burguesía y la extrema derecha, en la mañana del 13 de abril, el Poder Popular se apostó en las calles de Caracas para exigir el regreso del líder de la Revolución.
    “Chávez, amigo, el pueblo está contigo (…) Chávez no renunció, lo tienen secuestrado (…) Liberen a Chávez”, eran algunas de las frases que exclamaba el pueblo enardecido mientras bajaba de los barrios para llenar los alrededores del Palacio de Miraflores, la unión cívico – militar hizo temblar al Gobierno de facto de Carmona Estanga y a las cúpulas oligárquicas.
    Sin duda, aquellos hechos marcaron la historia del pueblo revolucionario, convirtiéndose en un hito victorioso que recuerda a la oligarquía la fuerza del pueblo y su capacidad de lucha.

 

CENTRAL
11-04-2021