El 10 de enero de 1860, Ezequiel Zamora, uno de los líderes más relevantes de la Guerra Federal, fue asesinado en circunstancias que hasta hoy permanecen rodeadas de misterio. Apodado "El General del Pueblo Soberano", Zamora se erigió como una figura clave en la lucha por la igualdad y la justicia social, defendiendo los derechos de los campesinos y combatiendo a la oligarquía, a la que describió como el mayor enemigo del pueblo. Su muerte en San Carlos, estado Cojedes, representó un duro golpe para el movimiento federalista.

Zamora es recordado como un héroe popular que defendió la idea de una sociedad más equitativa y libre de las opresiones de los poderosos. Sus ideales se mantienen vigentes y resuenan en la actualidad como un llamado a la justicia social y a la construcción de un país en el que prevalezcan los derechos colectivos. En este sentido, su lucha se alinea con los principios socialistas que han orientado políticas como las implementadas por el gobierno de la Revolución Bolivariana.

Para la Unellez, Ezequiel Zamora es una inspiración de perseverancia y compromiso con la transformación de las realidades sociales. Su legado refuerza el propósito de formar profesionales que trabajen por el desarrollo regional y el bienestar colectivo, promoviendo los valores de equidad y solidaridad que él defendió hasta el último día de su vida.