El 3 de febrero de 1795, nació Antonio José de Sucre, uno de los héroes más laureados y admirados de la independencia latinoamericana. Sucre desempeñó un papel crucial en la liberación de varios países de la región, y es recordado como un estratega militar excepcional y un defensor incansable de la libertad y la justicia. Sus logros en batallas como Ayacucho consolidaron su legado como uno de los líderes más importantes de la época independentista.

Su vida y obra son fuente de inspiración para estudiantes y académicos, quienes encuentran en su ejemplo un modelo de liderazgo y compromiso con la causa de la libertad, valores que se viven en la Unellez.

Hugo Chávez siempre mostró respeto y admiración por Antonio José de Sucre. Para Chávez, Sucre no solo era un héroe militar, sino también un símbolo de unidad y lucha por la independencia. El legado de Sucre es una referencia constante en el pensamiento revolucionario, inspirando la visión de una Latinoamérica unida y soberana. Chávez veía en Sucre un modelo a seguir en la construcción del socialismo bolivariano, un recordatorio de que la lucha por la justicia y la igualdad es una tarea continua y colectiva.