Hemos sorteado miles de vicisitudes como una gran familia. Logramos propósitos importantes gracias a que nos amalgamamos para consolidar la unión y mantener la paz, como estandarte de una universidad humanista en la más amplia acepción de esta palabra.
Nos corresponden nuevos retos. No nos quedan dudas que con el amor y compromiso saldremos adelante hacia el sueño posible de ver reverdecer las cosechas sagradas de lo que hemos sembrado con el corazón.
¡Vamos familia unellista!
Nos mueve el amor por nuestra casa de estudios y juntos [todos] avanzaremos por el camino correcto.