En 1930, en los últimos años del gobierno del General Juan Vicente Gómez, le es otorgada por el Ministerio de Fomento, una concesión para construir y explotar una red de telefonía en el Distrito Federal y los demás estados del país al comerciante Félix A. Guerrero. Guerrero luego de suscribir la concesión el 4 de abril de 1930, se asocia con el comerciante Manuel Pérez Abascal y el abogado Alfredo Damirón constituyendo la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) inscrita formalmente el 20 de junio de 1930.
En el propio año 1930 la recién fundada compañía compra la Compañía de Teléfonos de Maracaibo. Y la Venezuelan Telephone and Electrical Appliances Company Limited, empresa de origen inglés que proveía servicios de teléfonos desde Caracas hasta las poblaciones de Puerto Cabello, San Juan de Los Morros, Ocumare del Tuy y Macuto. Además se inaugura la primera central Strowge, con lo cual se inicia la automatización del servicio telefónico y la multiplicación de centrales debido al incremento de suscriptores. En 1931, CANTV sigue creciendo aceleradamente y adquiere las instalaciones telefónicas que funcionaban en Ciudad Bolívar.
En 1936, se crea el Ministerio de Comunicaciones, que incluye, entre sus unidades, la Dirección de Telecomunicaciones. El 29 de julio de 1940 se promulga la nueva Ley de Telecomunicaciones que asigna al Estado la administración de estos servicios. En el 1947 la Dirección de Telecomunicaciones asume la explotación directa de los servicios de telefonía comenzando a desplazar a CANTV como principal prestatario privado de los servicios telefónicos en Venezuela.
En el año 1951, CANTV desarrolla un plan de expansión y modernización de sus líneas que le permitirían, en un lapso de cinco años, corregir las deficiencias del servicio y ampliar su red, la cual resultaba insuficiente para el crecimiento y demanda del país. Para desarrollar este plan se requería del aval de la Corporación Venezolana de Fomento. El Ejecutivo Nacional designó una comisión de alto nivel para analizar el referido proyecto que en 1953 rechaza las solicitudes de la empresa abriendo el camino a lo que sería una nueva etapa: La nacionalización de CANTV.