El 30 de octubre de 1825 el Libertador, Simón Bolívar, tras las victorias en las batallas de Junín y Ayacucho, recibe la Espada del Perú, uno de los recursos históricos más notables que posee la América meridional, la cual fue recibida de las manos del comisionado de la Municipalidad de Lima, Coronel Salazar.
La vaina esta hecha completamente de oro macizo de 18 kilates, en el que sobresalen elegantes y variados dibujos, y la espada mide en su totalidad una vara y siete pulgadas de largo. Además en su empuñadura posee diferente escritos honrando al Libertador, por su valentía y convicción de luchar por la libertad de la Nación.
En aquella oportunidad, el Libertador dirigió a la Municipalidad de Lima las siguientes palabras de agradecimiento:
El coronel Salazar me ha presentado la hermosa espada que la M.L. Municipalidad de Lima ha tenido la bondad de ofrecerme, después de haber dado tantas otras pruebas de sus sentimientos generosos y del precio que pone a los esfuerzos que se hacen por la libertad y por la restauración de los derechos de los pueblos.
Esta espada, Illmo señor, será el gaje más seguro de mi consagración a la defensa del Perú en todas las épocas que la república quiera aceptar mis servicios. Esta espada me dirá siempre que la ciudad de Lima es digna de ser la capital de la nación más agradecida del universo