21 de Enero Día Internacional del Abrazo.
Generan confianza, combaten el estrés y son medicina natural para nuestro cuerpo. Hoy, 21 de enero, es el Día Mundial del Abrazo. Un gesto que, paradójicamente, hoy por hoy es más peligroso que curativo. Los abrazos tal y como los conocíamos son cosa de hace un año. El COVID nos aleja y buscamos sustitutos, como los codazos o los abrazos a través del plástico. Ese contacto es vital en nuestro día a día. Sin embargo, de momento, tendremos que seguir guardando distancia y teniendo paciencia. Ya queda menos para volver a abrazarnos.
Además de dar confort, ser calentitos y en ocasiones ponernos el corazón a mil por hora, los abrazos aportan muchos beneficios para la salud tanto física como psicológica. Entre sus principales aportes están los siguientes:
- Aportan seguridad: El ser humano es muy frágil por naturaleza, sobre todo cuando somos bebés, así que una buena dosis de abrazos nos ayuda a sentirnos seguros y confiados.
- Provoca placer: Cada vez que abrazamos a alguien o nos abrazan nuestro cerebro segrega dos sustancias que son la dopamina y la serotonina, ambas reducen el estrés y juntas proporcionan calma, tranquilidad y sosiego.
- Cubre nuestras necesidades afectivas: Una persona necesita diariamente 14 abrazos para sentirse plenamente querido. Las personas que no muestran afecto sufren de algo que en psicología se conoce como hambre de piel y no es más que la necesidad de contacto humano.
- Permiten funcionar de mejor manera: Cada abrazo nos ayuda a centrarnos y mantenernos felices y funcionales cada día.
- La mejor cura contra la timidez: Permite a las personas tímidas entrar en confianza, ser más abiertos, espontáneos y seguros de sí mismos.
- Disminuye la presión arterial: Las personas que no tienen mucho contacto físico poseen una frecuencia cardiaca y una presión arterial mucho más alta que las personas que reciben abrazos de manera frecuente.